Los niños representan una parte elevada de lesionados por pirotecnia. El grupo de 10 a 15 años es el más afectado.
Tanto niños como adultos carecen de los conocimientos y las prácticas adecuadas para su utilización. Los niños como usuarios no pueden entender el peligro y carecen de capacidad de reacción necesaria para eludir el riesgo de incendio o explosión y actuar adecuadamente en caso de emergencia.
También influye la creencia que la pirotecnia es un juego, la irresponsabilidad de los adultos en permitir su manipulación, y su incapacidad de proteger a niños espectadores cuando lo utilizan.
Este año tengamos unas felices fiestas Sin Pirotecnia.